miércoles, 31 de octubre de 2007

El corcel de las Aguas

Había una vez una mariposa que no volaba que no poseía el don del amor. Nunca había tenido deseo de experimentarlo o quizás le había faltado a su lado una criatura que la enseñase, con su ejemplo, con su amor, la forma de amar y de sentir. Sin embargo la mariposa sentía que le faltaba algo...Y un día sucedió. A través de una combinación de circunstancias esa mariposa conoció al Corcel de las Aguas una criatura mágica, muy especial y llena de fuego, no tardo ni dos días en presentarle al Dios amor, cada día que pasaba aumentaba la confusión de esa mariposa, presa en pensamientos y sentimientos contradictorios debido a su incipiente pasión por el Corcel de las Aguas y a la gratitud que sentía hacia el. Pero también algo en su interior se expandía cuando observaba que otras mariposas revoloteaban su cielo. Sin embargo esa sensación aumentaba cuando lo sentía muy cerca de ella. Posarse sobre el y al poco volver a alzar el vuelo. Mañana lo intentaré! se prometía una y otra vez. Y así fue, lo intento y cometió el error de decirle al Corcel de las Aguas la palabra prohibida, el Corcel de las agua atado a la tierra no supo qué responder porque no sabía cómo enseñar a la mariposa ha volar, ni siquiera sabía cómo arrojarla de manera que aprendiese. Así que le dijo: Aprende a volar, como las otras mariposas, aprende a encontrar tu cielo, porqué pararte en este cielo ? cuando a tu alrededor puedes hallar miles de nubes que te lleven hacia otros cielos. Y la mariposa condenada a vagar accedió y se marcho, pero se hizo un juramento “Jamás debería mencionar ni invocar en su presencia la palabra prohibida” la guardaría y la protegería entre juncos húmedos. Y le dijo al Corcel de las Aguas en sus sueños………. Volveré siempre que lo desees. Os preguntareis que fue de la mariposa y del corcel de las aguas……. moran en los escondrijos de la magia contemplando el muro de los mortales y esperando que un deseo se cierne sobre ellos. Pero eso es otra historia……. Dedicada a mí querido Martín.

miércoles, 17 de octubre de 2007

René Descartes

Me he convencido de que no hay nada en el mundo, ni cielo, ni tierra, ni mente, ni cuerpo. Implica ello que yo tampoco exista? No: si hay algo de lo que esté realmente convencida es de mi propia existencia... Descartes es el fundador de la filosofía moderna, del racionalismo matematizante, del idealismo moderno, de la filosofía de la subjetividad; en términos hegelianos: “René Descartes es un héroe del pensamiento, que aborda y reconstruye la filosofía desde los cimientos.”